Arde París, se quema Marbella,
en Dublín crepitan las botellas,
en Moscú en vapor hierve sudor,
Londres Tudor rojo está de pudor.
Arde Roma, arde Varsovia,
arde Madrid vestida de novia;
fuego en Marrakesh, en Pekín,
prenden las calles del cielo de Berlín.
Explosión, reacción química en Sevilla,
deflagración, bomba con minutero;
quédese el planeta como una colilla,
se está quedando cual cenicero.
Por amor de ocasión, par de cerillas,
que arda, que arda el mundo entero.