Estimado Digo Diego:
¡Fallaste el reto! Me quedé esperando tu mail pero no me llegó. Muy mal, muy mal... De todas formas no te guardo rencor pues sé que eres un funcionario con una agenda apretadísima, aunque suene paradójico.
Te escribo hoy para hacerte una pequeña petición. Siempre hubo un poema tuyo que me encantó. Es breve y fácil. "Y estas ganas de ser Ulises en tu cuerpo". Lo recuerdas, ¿verdad? Pues escribiendo el otro día un poema (sí, me ha dado por ahí ahora) me encontré colocando esas palabras tuyas entre unos versos de mi cosecha y te quería preguntar si no te importa que lo utilice.
Sé que no es gran cosa (el poema) y que puede ser muy cutre, pero ha sido una buena catarsis.
Espero que me contestes pronto. ¡Un abrazo enorme!
Alejandro Candela Rodríguez.
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¡Amadérrimo Ale!
Perdona que no te haya llamado, pero tengo un lío enorme... Casa nueva, viajes, las clases, los kilómetros, las ausencias... Mil perdones.
Muchísimas gracias por insertar esa cita en tu poema, es todo un honor. Fíjate, ese uni-verso es, a pesar del tiempo y la distancia, de lo que más me siento orgulloso pasados los años. Está muy condensado. Dice muchas cosas, pero para mí hay una muy importante: no temas enamorarte, como Ulises no temió lanzarse a las aguas para volver as Ítaca. En Las sombras del agua [Diego Vaya, Editorial Alhulia] hay otro poema relacionado con este tema.
En cuanto a tu poema, me ha encantado: tiene ritmo y emoción, y está vivo, como un pez que salta en la red que recoge un pescador. Falta técnica, pero eso se gana con la edad y las lecturas. Pero para mí lo más importante es que has entrado ya en la escondida senda por la que han ido...
Un abrazo.
Diego Vaya.