domingo, 14 de noviembre de 2010

Mala Borrachera del Señor Marqués

Muy malamente van los llenos llaneros poco solitarios
cuando dudan si cabalgar hacia el alba o al atardecer,
cuando los árboles no saben en que dirección crecer
y los donjuanes olvidan cómo besar un vaso de Larios.

Muy mal iba yo, Excelentísimo Marqués de los Agravios,
aquel viernes nada santo hasta arriba de espanto y de Jerez
en el que por la calle barruntaba que solo llegaría a la vejez,
que mis servicios a Su Alteza serían considerados plagios.


Y me bebí litro y medio de vino de Carmona,
escribí en una nota "no sería la más bella
pero desde luego era de lejos la más mona",


metí el mudo mensaje dentro de la botella,
la cerré mientras pensaba: "qué carona",
y me eché la cara abajo a golpes con ella.