Aconteció un ataque de locura,
un mal viaje de rojo Bitter Kas,
un "calma, el tiempo todo lo cura"
con su "Sí, ya, claro y ¿qué más?".
Sucedió una manta de tela rancia,
un bombón, un condón de terciopelo,
un fácil calambur, un viejo Lancia
aparcado bastante cerca de Caramelo.
Amaneció una farola tartamuda,
descendió el nido de exaltados cucos
a avisarme de que pronto volvería a estar cuerdo.
Estalló ella en posición de Buda
cuando realicé el mejor de mis trucos
y desapareció durante un rato el mal de tu recuerdo.